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Especial CERVEZA


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Hace un par de números os contaba que las razas humanas no existen, y poco después hubo polémica en redes porque Juan Luis Arsuaga dijo lo mismo en prime time. Si alguien que no sabe lo que es el ADN y mucho menos la frecuencia alélica se atreve a decir que un científico de la talla de Arsuaga es woke por afirmar esto, imaginaos la credibilidad que tengo yo ante sus ojos. Pero bueno, a mí me la trae al pairo, así que hoy vengo a refutar otra creencia muy arraigada en la cultura popular: que “una copita de vino al día” no es perjudicial para la salud, es decir, que hay una dosis segura de alcohol.

La copita de vino es muy cool y parece inofensiva, pero no lo es (Fuente)

Siento aguaros la fiesta una vez más, monadas. La dosis segura de alcohol son los padres, como los Reyes Magos, la supremacía aria, el gobierno más progresista de la historia o la igualdad de género en los Premios Nobel. Atendiendo a datos proporcionados por cientos de estudios (lo que llamamos un metaanálisis, el máximo nivel de evidencia científica), las autoridades sanitarias lo tienen claro: igual que ocurre con el azúcar libre, no hay ninguna cantidad de etanol (o alcohol etílico), por pequeña que sea, que no sea nociva para nuestro organismo. O lo que es lo mismo: para evitar que el alcohol dañe nuestras células, no deberíamos beber ni una gota.

Estructura 3D de la molécula de etanol: dos carbonos, un oxígeno, y 6 hidrógenos, uno formando parte del grupo hidroxilo (-OH) (Fuente)

Y es que el alcohol daña nuestras células, y mucho. No en vano es el principal factor de riesgo de enfermedades y muerte prematura en hombres y mujeres de entre 15 y 49 años. ¿Y qué enfermedades causa? Aparte de cargarse el hígado (el detoxificador oficial del organismo), el consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar hasta 7 tipos de cánceres: boca, garganta, laringe, esófago, colon, recto e hígado. En mujeres también se asocia al cáncer de mama. Además, puede potenciar la aparición de enfermedades cardiovasculares, infecciosas y problemas de salud mental, o provocar accidentes de tráfico. Una joyita el señor etanol. Aunque el etanol no es el causante directo del daño celular, sino los compuestos que se forman cuando se metaboliza. Uno de los peores es el acetaldehído, resultado de la descomposición del etanol por la enzima alcohol deshidrogenasa.

Estructura cristalográfica de la enzima alcohol deshidrogenasa, que transforma el etanol en acetaldehído (Fuente)

El acetaldehído, que también está presente en el humo del tabaco, es chunguísimo, un carcinógeno de primera. Si exponemos a las células a esta sustancia se producirán daños en su ADN y un aumento de radicales libres, vamos, más papeletas para que surja una célula cancerígena. Aunque tenemos otra enzima que después transforma el acetaldehído en acetato y éste se descompone en agua y dióxido de carbono, el poco tiempo que está en contacto nuestras células puede ser suficiente para causar una avería. Si la ingesta de alcohol es muy alta, el daño será mucho mayor, pues el acetaldehído estará en las células más tiempo hasta que nuestras enzimas puedan descomponerlo.

El alcohol causa daño celular pero también muertes indirectas por su naturaleza psicoactiva (Fuente)

Conclusión: una copita de vino en las comidas o unas birras el finde con los colegas nos entran de maravilla, pero guardan un dardo envenenado y debemos ser conscientes de ello para poder tomar decisiones informadas. No seré yo quien os diga que dejéis de beber alcohol porque sería una hipócrita. Solo pretendo que cuando lo hagáis no os autoengañéis. El alcohol es tóxico y muy adictivo, y toda la publicidad encubierta detrás de sus supuestos beneficios debería estar prohibida y penada.

Súper recomendable «Vinagre» de Jorge Matías, sobre la adicción al alcohol y su normalización social
(Fuente)

Hoy sabemos que la tabaquera Phillip-Morris sobornaba a científicos para que sus informes encubrieran lo malísimo que era fumar. Pues bien, las grandes bodegas o las empresas cerveceras no se quedan atrás. Cuando leáis en un titular que la cerveza, el vino, o cualquier otro licor pueden ser beneficiosos para la salud, miente como lo hace la Ministra de Vivienda cuando afirma: «la única tensión que me preocupa es la del precio del alquiler». Nadie se echa piedras sobre su propio tejado. Ni las multinacionales que venden productos nocivos, ni las multipropietarias con poder para legislar.


Artículo publicado en El Lamonatorio para El Mono revista cultural (El Mono #131):

*Fuente de la foto de portada

Una respuesta a “Especial CERVEZA”

  1. Avatar de Especial TATUAJES

    […] Pero antes de sucumbir al alarmismo, recuerda que lo que la ciencia ha evidenciado es que beber cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer. Cada cual que haga lo que quiera con su cuerpo, pero mejor que lo haga informándose de las […]

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